Cycas revoluta
Nombre común: Cicas - Sagú
Las Cycas son plantas ornamentales muy bellas que ya vivían en la Tierra hace 300 millones de años. Por su forma o apariencia pueden parecerse a una palmera, pero son plantas que no están emparentadas. Posee un tallo cilíndrico que presenta un crecimiento apical cubierto de las cicatrices que dejan las hojas que va perdiendo a medida que crece.
La Cycas revoluta crece en climas tropicales y subtropicales, en España se encuentran comúnmente en jardínes de la zona mediterránea. Se trata de una especien sin grandes necesidades, que resulta bastante apropiada para una habitación donde entre mucha luz, si ésta es pobre sus hojas no serán tan intensamente verdes.
Se puede cultivar en maceta de la misma manera que en el suelo del jardín, si la tenemos en una maceta no es necerario cambiarla cada año (a la Cycas le gusta tener las raíces algo confinadas) será suficiente con sustituir un par de centímetros del sustrato superficial de la maceta.
Se puede cultivar en maceta de la misma manera que en el suelo del jardín, si la tenemos en una maceta no es necerario cambiarla cada año (a la Cycas le gusta tener las raíces algo confinadas) será suficiente con sustituir un par de centímetros del sustrato superficial de la maceta.
Las Cycas revoluta tienen un crecimiento muy lento sólo unos centímetros al año, a la edad adulta alcanza los 3 metros de altura. Cultivada en maceta no hay ningún peligro de que invada la zona donde se haya ubicado.
Cuando son aún jóvenes las Cycas no soportan bien el fuerte sol, es mejor situarlas en semi-sombra o sombra de un jardín o en una terraza donde reciba gran cantidad de luz. Las Cycas son de muy fácil mantenimiento y permiten algún descuido en el riego, que nunca debe de ser excesivo; es mejor quedarse cortos que no pasarse. Para no equivocarse, hay que dejar que la planta se seque un poco antes de regar de nuevo. Sólo en verano necesitará un riego más copioso, sobre todo si está al sol.
Su reproducción es dioica, es decir, la planta masculina posee en su centro una espiga que puede alcanzar los 60 cm de altura, mientras que la femenina produce una gran masa de ovarios que tras la fertilización se convierten en semillas lanosas de color amarillo anaranjado y del tamaño de una alubia grande.
Los hijuelos que brotan en la base de la planta madre se pueden cortar a principios de la primavera para obtener nuevas plantas .
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