Heliotropium arborescens
Nombre común: Heliotropo
Este género es originario de las zonas templadas de América Central y del Sur, comprende alrededor de 250 especies, compuesta principalmente por arbustos perennes de copiosa floración. En esta llamativa planta la característica principal además de la belleza de sus azuladas inflorescencias, es el agradable e intenso aroma avainillado que desprende.
Generalmente se encuentra a la venta en una medida pequeña o mediana, pero es capaz de alcanzar hasta 1´5 m de altura si se le proporciona un soporte.
Sus hojas son levemente rugosas, estrechas y ovaladas, de intenso color verde oscuro en la parte superior y más pálidas en el revés.
El Heliotropo tiene un crecimiento compacto con un elevado valor ornamental que le otorgan la riqueza de sus grandes racimos de flores de color violeta, púrpura o blanco. Comienza su floración desde el comienzo de la primavera hasta bien entrado el otoño.
Su cultivo se desarrollará perfectamente tanto en suelo del jardín como en una maceta, pero siempre en posiciones resguardadas del fuerte viento. Aunque esta es una planta amante del sol, en regiones muy calurosas es preferible situarla en semi-sombra durante la época estival, para así protegerla de las horas centrales del día en que el sol incide de forma más intensa. En zonas de climas moderados se puede ubicar siempre a pleno sol. Precisa de riegos cuantiosos cuando se encuentra en pleno desarrollo.
Al igual que para otras muchas plantas es muy beneficioso para el Heliotropo que se le practique con cierta frecuencia podas moderadas con el fin de potenciar la aparición de nuevos brotes. Alrededor de la finalización del invierno hay que realizarle una poda de limpieza de ramas secas o estropeadas, además de adecuarla para que crezca con una buena forma.
Se propaga por medio de esquejes blandos de las puntas en primavera o verano, o bien de esquejes ya maduros en otoño. Siempre se deben acomodar los esquejes para arraigar en condiciones cálidas y húmedas. También se puede realizar su reproducción por semillas.
Sus hojas son levemente rugosas, estrechas y ovaladas, de intenso color verde oscuro en la parte superior y más pálidas en el revés.
El Heliotropo tiene un crecimiento compacto con un elevado valor ornamental que le otorgan la riqueza de sus grandes racimos de flores de color violeta, púrpura o blanco. Comienza su floración desde el comienzo de la primavera hasta bien entrado el otoño.
Su cultivo se desarrollará perfectamente tanto en suelo del jardín como en una maceta, pero siempre en posiciones resguardadas del fuerte viento. Aunque esta es una planta amante del sol, en regiones muy calurosas es preferible situarla en semi-sombra durante la época estival, para así protegerla de las horas centrales del día en que el sol incide de forma más intensa. En zonas de climas moderados se puede ubicar siempre a pleno sol. Precisa de riegos cuantiosos cuando se encuentra en pleno desarrollo.
Al igual que para otras muchas plantas es muy beneficioso para el Heliotropo que se le practique con cierta frecuencia podas moderadas con el fin de potenciar la aparición de nuevos brotes. Alrededor de la finalización del invierno hay que realizarle una poda de limpieza de ramas secas o estropeadas, además de adecuarla para que crezca con una buena forma.
Se propaga por medio de esquejes blandos de las puntas en primavera o verano, o bien de esquejes ya maduros en otoño. Siempre se deben acomodar los esquejes para arraigar en condiciones cálidas y húmedas. También se puede realizar su reproducción por semillas.
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