Esta floración comienza a principios de la primavera y se extiende de manera continua hasta casi la llegada del otoño; en climas cálidos puede seguir floreciendo varias semanas más. Sus flores son pequeñas pero muy bellas y llamativas, de color rosa o rosa púrpura, el centro y nerviaciones de la flor siempre de color más intenso. Estas flores poseen un delicado y suave perfume.
La Anisodontea es ideal para cultivarla como planta aislada en grandes macetones. Hay que ir cortando los extremos de las ramas de manera que se vaya convirtiendo en un arbusto o arbolillo con la parte alta o copa de forma compacta y redondeada.
Prefiere disfrutar de situaciones a pleno sol, lo que logrará que tenga una gran producción de flores. En regiones de veranos muy calurosos se puede situar en semi-sombra. Entre la primavera y el verano se debe abonar cada dos o tres semanas.
El sustrato en periodos de calor debe permanecer siempre húmedo pero sin saturarlo, esta planta admite algún descuido en la falta de agua, en invierno regar bastante menos de forma que el compost esté sólo moderadamente húmedo.
La Anisodontea soporta bien las temperaturas algo frías en invierno, pero es imprescindible resguardarla de las heladas. Se propaga por medio de esquejes de rama, con relativa facilidad en los meses de marzo o abril, en una mezcla de turba y arena manteniéndolos a 21ºC. Se puede utilizar hormonas de enraizar.
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