jardines interiores : Quisqualis indica

Quisqualis indica

Nombre común: Piscuala

Nos encontramos ante una excelente trepadora leñosa, de porte arbustivo, muy estimada en jardinería por su crecimiento rápido, la tolerancia a los recortes severos y de manera especial por su floración, que constituye un bonito paisaje gracias a su alegre floración.
De procedencia de las zonas tropicales de Asia, están catalogadas dentro de la familia de las Combretáceas.
Aunque la Quiscualis puede alcanzar más de 8 metros de alto y una holgada anchura, generalmente dentro de la jardinería ornamental se mantiene a este arbusto con unas medidas mucho más reducidas, de entre 3 ó 4 m, por medio del establecimiento de podas y recortes regulares. Es también perfecta para cultivar en macetas.
Las hojas tienen un comportamiento perenne, éstas son elípticas, de entre 4 a 14 cm de longitud, terminadas en punta, de crecimiento opuesto, tacto terso y de color verde claro que se oscurecen con el tiempo. Los peciolos suelen tornarse espinosos a medida que van envejeciendo.
Entre los meses del verano y hasta la llegada del otoño, se origina su cuantiosa producción de flores, que cubre la planta durante un largo periodo, en los climas cálidos, incluso es capaz de permanecer en flor gran parte del año.

Las flores recuerdan de modo sorprendente a las flores del jazmín, son de pequeño tamaño, tubulares, tienen la peculiaridad de ir cambiando de color a medida que envejecen, en su comienzo son de color blancas y se van transformando en rosa, hasta llegar al púrpura penetrante. Esta peculiaridad, hace que en la planta se puedan encontrar al mismo tiempo hasta tres colores diferentes de flores.

Emiten un agradable perfume, primordialmente por la noche.
En su lugar de origen, se ha utilizado como remedio habitual para luchar contra los parásitos intestinales.
La ubicación perfecta es todo el año en posiciones de pleno sol cuando la planta ya adquirido una etapa adulta, durante su desarrollo inicial es mejor que se ubique zonas de semi-sombra.
Requiere de suelos ricos en materia orgánica y bien drenados. Los riegos serán generosos en verano y más moderados el resto del año.

El sustrato debe ser adecuadamente nutrido mediante un abonado regular, que se ha de practicar alrededor de cada tres semanas, mientras se encuentre en el periodo de crecimiento y floración.
Tiene una adecuada tolerancia al frío, pero no así, a las heladas intensas y muy persistentes.
A la Quiscualis le beneficia un recorte en las puntas de los tallos en invierno. La propagación se establece por medio de esquejes semi-leñosos.

Se usa en la medicina tradicional entre otros remedios: para la eliminación de lombrices y para aliviar la diarrea. Las hojas alivian el dolor y la fiebre y las raíces para tratar el reumatismo.

Quisqualis indica

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